viernes, 25 de septiembre de 2009


Un duende en apuros



La novedad sobre Franklin Western nos llegó en día festivo y tardamos en conocerla. Nuestra Señora de las Mercedes nos ocupa en esta fecha, gran parte de la población se postra ante su imagen y el almanaque se adorna con tinta encarnada. Allende a nuestras costas, no tan lejos, conocíamos que los Vaqueros de Bayamón, equipo arraigado en el Torneo de Baloncesto Superior de Puerto Rico otorgaba el licenciamiento al pequeño delantero que vistió por 14 campañas el uniforme azul, tradicionalmente patrocinado por Goya, procesadora de alimentos.

Para nadie es un secreto las penurias por la que atraviesa el baloncesto domestico en la vecina isla. La mayoría de los conjuntos tienen una cuesta muy empinada que recorrer cada año, hace tiempo existe un tope salarial, del que todos presumimos nadie respeta, las franquicias cambian de manos de manera expedita, los apoderados pretenden tener más protagonismo que los propios actores, buena parte de la fanaticada se aleja de las canchas y mercados pequeños tienden a desaparecer. Pero siempre hay más de uno que ansía intentarlo.

De no estar comprometido hasta los tuétanos en un proyecto de factura nacional me aventuraría a navegar esos mares. Hay tenedores de franquicias que desean vender y manos que desean adquirir. El mejor ejemplo, Piratas de Quebradillas quienes retornaron al evento en este 2009 y compensaron todas las expectativas. El anverso, Grises de Humacao, que tristemente cayó en barrena pese a estructurar un colectivo con posibilidades. Pero hay bemoles de todas las tesituras: Guaynabo regresó hará tres temporadas y tuvo que usar el nombre de Conquistadores porque su anterior apoderado mantenía las reservas sobre los clásicos Mets. Ejemplos abundan.

Western conocido como –El Duende- sólo con los Vaqueros ha dejado los siguientes números: 330 partidos, 5,442 puntos, 1,666 rebotes y 418 asistencias. Llegó a esa escuadra en 1996 donde eran referencias Jimmy Ferrer, Jerome Mincy y George Torres. En la “ciudad del chicharrón” ha visto desfilar refuerzos de la talla de Alex Blackwell, Ian Lockhardt, Byron Wilson, Richard Lugo, Joe Wylie y Dan Langhi, entre tantísimos.

En este 2009 fue el segundo mejor encestador del equipo solo detrás de Christian Dalmau; en 29 juegos colocó medias de 13.9 puntos, 3.7 rebotes y 0.9 asistencias, lanzó para un 61 por ciento desde el campo y 73 por ciento desde la línea de los sustos.

Desde 1995 Western es miembro de la selección nacional absoluta dominicana, se unió en aquel equipo lleno de vicisitudes que participó en Neuquén (Argentina) en el Pre-Olímpico, encabezado por Luis Felipe López y José –El Grillo- Vargas, Osiris Duquela tomó la antorcha de la dirección técnica y como delegado asistía Rafael –Fey- Duquela.

En el invernal paisaje austral, Dominicana no alcanzó la meta, pero Western se dio a conocer. Triunfos ante la armada canadiense y el Brasil de Oscar Schmidt resultaron productos de su actuación. Desde entonces todos supimos que a buena ancla se había atado nuestro destino.

Por 15 años –El Duende- ha sido buque insignia de la selección dominicana. Sin dudas el mejor jugador de la historia dentro de ese colectivo, nada más y nada menos, donde han estado nombres imborrables en el tiempo: George –El Cosaco- Klus, Faisal Abel, Eddy Rodríguez, Alejandro Tejada, Manolo Prince, Pepe Rozon, Orlando Cotes, Héctor Báez, Hugo Cabrera, Frank Prats, Evaristo Pérez, Vinicio Muñoz, Iván Mieses, José –El Grillo- Vargas, Orlando Antigua, Soterio Ramírez, Luis Felipe López, Jack Michael Martínez, Al Horford, Francisco García y más recientemente Charlie Villanueva.

Antes de Bayamón, Western jugó en 1991 para los Polluelos de Aibonito, donde lo hizo bien: 16 juegos, 9.2 puntos, 3.3 rebotes. Egresado de Providence University donde terminó siendo una de las figuras cimeras de los Friars, hay mucha tela por donde cortar.

Si la casualidad nos toca y República Dominicana es invitada al Mundial del 2010, el único jugador que tendría un puesto seguro, desde mi óptica, sería este magistral trabajador. La página oficial del baloncesto en Puerto Rico lo describe: “uno de los anotadores más consistentes y eficientes en la historia de la liga”.

La prensa vespertina trató de cambiar la versión con unas declaraciones de José Carlos Pérez, funcionario del quinteto índigo donde se destapaba con un verso: “será vaquero hasta que quiera”. “Nosotros no hemos licenciado a Western, por el contrario, nosotros ya tenemos un acuerdo con él y estará con los Vaqueros nuevamente”.

Los ejecutivos de Bayamón jamás debieron permitir que esa confidencia se colara en la prensa. La Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) debe exigir respeto por uno de sus más excelsos jugadores. Western es arquetipo de lo mejor de dos islas, sus acciones lo colocaron como testigo de la introspección de los que vendrán más adelante. Símbolo del mejor de los juegos, de todo lo que debería llegar a ser un buen canastero y mejor ciudadano: un personaje entregado en todas las batallas.

Sin ser chauvinistas, estamos en las postrimerías de la carrera de un coloso, cierto es que debería retirarse cuando sus fuerzas lo indiquen, pero a uno y otro lado del Canal de la Mona su nombre siempre obligará a una reflexión mayor. Cada quien tendrá que preguntarse por el baloncesto que tenemos hoy y hacer sus cuestionamientos.

El baloncesto generoso e incluyente jamás devorará este nombre que se hizo popular con el ejemplo… ¿Qué vida nos imaginamos después de su retiro?

¡Larga vida para El Duende!

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