martes, 22 de septiembre de 2009

Los del vendaval rojo… ¿entonces?

Septiembre 21 del 2009



La séptima fue la vencida y es que tanto va el cántaro a la poza hasta que se despedaza. No fue la tercera, fue la séptima vez, antes hubo seis finales e igual número de decepciones (1935, contra Letonia; 1973, Yugoslavia; 1983, Italia; 1999, Italia; 2003, Lituania; y 2007, Rusia, la más dolorosa por haberse jugado en Madrid). La escurridiza diadema por fin se posaba sobre las cabezas de unos inéditos monarcas, con títulos sobrados, hasta un campeonato mundial, pero en su continente solo habían desilusionado. A ello súmele dos terceras posiciones (1991 y 2001) y un dominicano con Antonio –Chicho- Sibilio en varias ediciones.

España irá a Turquía a defender su conquista en Japón, quizas en el lejano oriente encontró por vez primera el Cipango, pero con su última victoria se cierra un capitulo más del camino a tierras de la Eurasia, al antiguo imperio otomano. Se llena la platea y sólo resta definir los invitados de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA). En la justa de Polonia, además de los campeones accedieron al Mundial 2010, Serbia, Grecia, Eslovenia, Francia y Croacia. Rusia venció en la jornada final a los turcos, pero el encuentro no revestía mayor importancia… ¡todo estaba consumado!

Serbia, Eslovenia y Croacia son naciones que surgieron nueva vez, al coro de territorios, con la ruptura de Yugoslavia. Los Balcanes, el polvorín de Europa, una región que hace menos de 10 años se desangraba en una guerra sin sentido, aporta tres banderas a la cita global del año venidero, todas con posibilidades de llegar al podio.

Los turcos por la circunstancia de anfitriones tienen su butaca lista, incorpórele a Estados Unidos en su condición de campeón olímpico; Angola, Costa de Marfil y Túnez por las naciones africanas; China, Irán y Jordania por Asía; Australia y Nueva Zelanda por Oceanía; Brasil, Puerto Rico, Argentina, Canadá, por América. Resta conocer los invitados y jugar, habrá un ¡salto al centro!... quizás en esos idiomas no se escuche tan melodioso como a los que estamos acostumbrados, pero se jugará el mejor baloncesto que se conoce sobre “la bolita del mundo”.

¿Cuáles países estarían camino a Turquía?... es la pregunta del millón de dólares, pero no hay que ser en extremo perspicaces para sacar cuentas.

Los rusos por la posición en el clásico de factura polaca tienen prácticamente un espacio, cuentan con historia, competencias, resultados, organización y desarrollo. Por demás, tienen un equipo que puede mejorarse y aspirar a más. Igual situación acontece con Lituania, que suma desempeños óptimos en las principales competiciones mundialistas, figuras que todos admiramos y un ejercicio admirable, en renovación permanente. Esas deberían ser las opciones lógicas de Europa. Los rusos ocupan el decimosexto lugar en el escalafón mundial y los lituanos el sexto… más puntos a favor de esas dos representaciones.

Alemania es el séptimo país mejor valorado por FIBA. Los teutones son un equipo competitivo, con una determinación increíble y un desempeño notable. Han mantenido una base estructural que no le ha ayudado a conquistar los grandes podios, pero siempre han sido un rival temible. En Turquía podría celebrarse la despedida internacional de su más notable jugador, Dirk Nowitzki. Pero hay un vector más a ser tomado en consideración, Alemania es a los turcos lo que los Estados Unidos es para los dominicanos. Dentro de las fronteras germanas se aloja la mayor migración de ciudadanos turcos.

El país anfitrión tiene una deuda de gratitud con la nación que ha sido generosa de sus nacionales. Alemania es el primer socio comercial de Turquía. 2.65 millones de almas otomanas se reparten en la geografía desde Hamburgo hasta Bavaria. Desde 1980 los turcos son la minoría más numerosa y entre 1972 y el 2005 un total de 415 mil turcos se hicieron ciudadanos alemanes. En Berlín, en el sector de Kreuzberg, se encuentra la pequeña Estambul.

La última posibilidad europea es Gran Bretaña, quien no figura entre las primeras 75 posiciones en la escalinata FIBA, pero será el organizador de los Juegos Olímpicos del 2012. Los ingleses no tienen una liga sólida, pero se ha sabido del interés de fortalecer la competencia y de la posibilidad que los grandes equipos de futbol apoyen a sus pares del baloncesto.

Nigeria ocupa la posición 22 en la jerarquía de la organización internacional. Clásico representante del continente africano y por demás, cuenta con un amplio listado de jugadores que se han formado y continúan instituyéndose en escuelas y universidades de los Estados Unidos. La potencia física de los nigerianos está fuera de toda duda y podría ser una nación que accede a la invitación FIBA.

Los asiáticos tienen tres estados con méritos, que comercialmente lucen interesantes. Líbano, Corea y Japón. espacios diferentes, pero lleno de atenuantes para decantarse por cualquiera de ellos.

Los libaneses han librado épicas batallas en competencias mundialistas en tiempos recientes, se han paseado en campeonatos mundiales y eventos olímpicos, y cada vez lucen como una estructura maciza. Pocos referentes llegan hasta estos confines, pero están ahí, para competir y entregarse con determinación. Los coreanos presentan una liga llena de atributos, su importancia crece día a día y se aventuran sin miedos a presentar un deporte capaz y lleno de presencia. Los japoneses, finalmente, organizadores del último Mundial y un comercial decisivo para todas las naciones del globo terráqueo.

Bajo esos panoramas queda pendiente el tema de las naciones americanas.

Dominicana quedó en la quinta posición del Pre-Mundial de San Juan efectuado recientemente. Le siguieron Venezuela, Uruguay y México. La presencia quisqueyana radica en la necesidad de FIBA Américas de tratar de asegurar una plaza más para la cita olímpica del 2012. La asistencia de los equipos de baloncesto en la mayor prueba deportiva mundial es de apenas 12 selecciones, escasas para una disciplina que genera un seguimiento cautivo.

América tiene que tratar de hacerse de un cupo más para el concierto de naciones que se reunirá en Turquía y esto lo han entendido Alberto García y Genaro –Tuto- Marchand, secretario general y secretario general ad vitam para la organización en este lado del globo; ellos han prometido luchar por la participación de nuestros compatriotas. En el país nadie se ha preocupado por alzar la voz. Necesitamos respuestas por parte de los señores Herasme, Payano, Uribe y St. Hilaire, claras y precisas, para empezar a pensar en el futuro, en un mañana más armonioso, donde se puedan ir acumulando sonrisas y triunfos.

Tristemente, así como el largo reinado del ingeniero Frank Herasme en la presidencia de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) ha descalabrado la estructura interna dentro de nuestras fronteras, las relaciones internacionales han corrido en paralelo. Los desplantes, descaros, exabruptos, mentiras y desacatos a los que ha sometido a sus pares no tienen ejemplo. Hemos terminado vistos como holgazanes, mentirosos, marrulleros, apáticos, indolentes, picaros, patrañeros, insensibles, truhanes, tunantes. Miguel de Cervantes Saavedra escribió algunas vez: “no andes, Sancho, desceñido y flojo, que el vestido descompuesto da indicios de animo desmalazado”.

FEDOMBAL no cuenta en sus filas con figuras capaces de sentarse en una mesa a conversar, tomar un café o una gaseosa, degustar unas facturas o tomar el once ni con García ni Marchand, mucho menos con otros nombres menos sonoros como Horacio Muratore, Bob Elphinston, José Luis Saez, George Vassilakopoulos, Vladas Garastas, Sergey Chernov, Pierre Kakhia, Mallam Tijjani Umar, Ingo Neiss, Patrick Baumann o un incombustible Borislav Stankovic.

Reza un documento de FIBA: “las federaciones tienen la obligación de proveerle las mejores condiciones posibles a los futuros jugadores, entrenadores, árbitros y fanáticos. Desarrollar el deporte y llevarlo al más alto nivel posible”. Aquí tenemos la percepción de que solo los federados buscan agenciarse las mejores condiciones posibles.

Los dominicanos tenemos el talento pero nada más. España empezó mal en el Europeo y se repuso con trabajo, disciplina, organización. Nosotros llegamos como caballos ingleses al panamericano y el desorden, maledicencia, bravuconería, bochinche, indisciplina, desorganización, solo sirvió para que nos arrastráramos hasta llegar a jugar contra Canadá. Es la misma historia siempre, hace un año, en México, un canasto milagroso, nos permitió acceder a esta Copa de la Américas.

Frente a mí, Herasme se llenó la boca señalando que era un hombre de éxitos, que jamás había fracasado. El tiempo me ha demostrado que es un perdedor. Escupió para arriba y la saliva le cayó en su propia cara. ¡Se vino abajo!

El baloncesto dominicano pasa por su momento más angustioso.

¡Que se vaya ya!
¡Que se vayan ya!

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