Teléfono directo al cielo: historias de plegarias,
ausencias, fortalezas, debilidades…
Las exclusiones nunca han sido efectivas, hay un
refrán dominicano que reza: “cualquier
bejuquito amarra, cualquier soguita hace un nú y cualquier sastre del campo ai dei
pueblo le hace un flú”. El país recuerda aquella frase sin sentido,
nefasta, casi profética y sin sentido de Franklin Almeyda Rancier, ex rector de
la Universidad Autónoma
de Santo Domingo, ex secretario de Interior y Policía, ex casi de todo, quien
disparó: “los dominicanos se dividen en
dos, peledeístas y corruptos”.
Los peledeístas que son los miembros del Partido de la Liberación Dominicana
(PLD), han estado ejerciendo el poder en tres periodos constitucionales en los
últimos 16 años: 1996-2000, 2004-08, 2008,12, siempre con Leonel Fernández
Reyna. A partir del 16 de agosto tendrán una nueva gestión de 4 años, esta vez
con Danilo Medina Sánchez. Tristemente, los mandatos de Fernández Reyna no han
estado exentos de escándalos sobre indelicadezas administrativas.
Este preámbulo es para volcarnos sobre una nueva
exclusión. La selección nacional de baloncesto está desde el pasado lunes en
territorio venezolano (Jun.25.2012). Jugó tres partidos de exhibición en la
ciudad de Puerto La Cruz,
salió bien parada pero hubo también sus sorpresas. Quien quiso ver fortalezas y
debilidades lo logró. Quien aspiró a ver a Orlando Antigua recibiendo órdenes
por un teléfono inteligente, en medio de un encuentro, alcanzó a darse cuenta
de que no cubrimos nuestras deficiencias.
Desde ese terruño que también baña el mar Caribe, Leo
López, gerente general de los Leones de Santo Domingo, comentarista deportivo y
empleado de SouthGate, arrendataria del equipo, escribió utilizando las mismas
redes sociales: “a todos los dominicanos
de buen corazón, que por favor, se unan en oración para que las lesiones no nos
afecten en esta etapa de preparación para el repechaje”.
Una declaración de esta magnitud abre infinitas
interrogantes sobre la conformación del grupo. Infinitas, fíjese que repito.
Todo el mundo observó en Puerto Rico que no contábamos con las herramientas
para decir que presentábamos una escuadra bien cimentada; se notó como se
maneja el entramado del grupo que hormiguea y titila alrededor de Eduardo
Najri. La medalla de oro alcanzada no justifica errores a esas alturas,
sabiendo que se utilizó Centro-Basket como puesta a punto del quinteto.
Para Caracas se incluyó a Edgar Sosa y Ronald Ramón,
sabiendo todos que no están al 100 por ciento de su recuperación. Ricky Soliver
se ha mantenido como seguro de vida. Se cortó de plano a esa infeliz inclusión
de Amaurys Fermín, quien pasó sin pena mi gloria. Sosa fue separado antes de
Puerto Rico porque estaba a “un 60 por
ciento de lo esperado” y en apenas 15 días se recupera plenamente de su
lesión en la tibia y el peroné. ¡Ojala San Ramón lo saque a todos con bien!
Tenemos la memoria muy corta o la lengua muy larga.
Mientras elevaba sus plegarias, el entrenador John
Calipari se separaba del conjunto para estar presente en el sorteo de novatos
de la NBA
(Asociación Nacional de Baloncesto, por sus siglas en inglés), dejándonos una
muestra repetida de la fortaleza y compromiso con República Dominicana. Por
supuesto, la avalancha de fotografías desde la ciudad de Nueva York junto a
Anthony Davis, Michael Kidd-Gilchrist, Terence Jones y Marquis Teague,
seleccionados en primera ronda, fue abrumadora. Esas luces, esos flashes, ese
glamour no lo iba a vivir con los dominicanos.
La pregunta que me gustaría me fuese contestada es qué
entiende López por dominicanos de buen
corazón. Un buen corazón pasa por un músculo en buen estado físico, con su
sístole y su diástole al ritmo esperado, sin engrosamiento en las paredes y
recibiendo sangre con la fluidez requerida. Así, para hacerlo lo más sencillo y
entendido posible. La sístole es la
contracción y la diástole es la expansión en el movimiento cardiaco (Faisal
Abel Hasbun, Colegio Dominicano De La
Salle, año 1972-73, tercero de bachiller, anatomía).
Existen, por supuesto, otras connotaciones para
explicar que es un buen corazón. Razones médicas y filosóficas más allá de un
órgano libre de egoísmos, envidias, recelos, mediocridades, hipocresías. Quizás
pase también esta connotación por estar apartado de aquellos grandes pecados
que arropan todo el mundo, como la avaricia, la vanagloria, la gula, el
egoísmo, la sordidez, la mezquindad, la concupiscencia, la ambición, la
jactancia, el engreimiento, la vanidad, la petulancia, la pretensión, la
arrogancia, la voracidad, la codicia, la impertinencia, la insolencia.
En los momentos que corren entender un buen corazón
pasaría por definir a todo aquel que tenga a mi lado dispuesto a morder,
rasgar, golpear, disparar, abusar, sin preguntar, sin tener el mínimo criterio,
sólo obedeciendo la mano que agrieta la nomina de pago. Podría ser aquel
fanático que sigue a pie juntillas todo lo que se le bombardea mediáticamente;
la imposición periodística alcanza ribetes impresionantes en esta parte de la
isla de Santo Domingo. Hoy son pocos los periodistas dominicanos que pueden
señalarse como impolutos.
Al dominicano hay que brindarle la oportunidad para
que reciba otros instrumentos, para que aprenda a discernir, a pensar, a lograr
conocimientos más allá de todos aquellos adornos superficiales que son trampas
simples para ocultar la realidad. Más que El
Chavo del Ocho o el Chapulín Colorado,
más que Frederick Martínez (El Pachá), Domingo Bautista, Georgina Duluc,
Carolyn Aquino, Venya Carolina, Luis Manuel Aguiló, Michael Miguel, más que las
telenovelas de medio pelo, más que Euri Cabral y Martínez Pozo hablando
pendejadas en la radio. Más de las 14 librerías que quedan en una ciudad de 3
millones de habitantes. Más que un Cesar Medina, embajador en España, con
residencia permanente en Santo Domingo hablando mierda por televisión y
escribiendo con al misma fetidez en el Listín Diario.
En el baloncesto de hoy hay que leer más allá de una
simple casilla de anotación.
Mientras estas lamentaciones no dejan de sorprenderme
y son pruebas inalienables de que no se tuvieron las necesarias previsiones,
rusos y lituanos jugaban en el auditorio Guy Lewis de la Universidad de Houston
(allí donde se pretendió reclutar a Tito Horford, hace ya muchos años,
egresaron jugadores como Hakeem Olajuwon, Clyde Drexler, Otis Byrdsong; y con
quien Alejandro Tejeda, en sus años con el Club Deportivo Naco trató de
establecer un acuerdo de trabajo) donde ambas delegaciones están concentradas.
Los rusos serán rivales directos en la cita
mundialista de Caracas. Por última vez mencionaré que ambos equipos
pretendieron establecer sus campamentos en nuestro país, pero las hipocresías
impidieron la realización de lo que hubiera resultado en una experiencia de
ensueño para República Dominicana. Hubiera sido más provechoso para el
baloncesto dominicano establecer convenios de colaboración con estas dos
potencias del mundillo del baloncesto que no repetir la eterna felación que
John Calipari y sus secuaces pretenden hacer con el pueblo dominicano.
En las tribunas de Houston no había un alma relacionada
con el equipo dominicano, observando a sus posibles rivales. Lo mismo pasó en
el Sudamericano del Chaco finalizado la semana pasada (Jun.23.2012) donde ganó
Argentina con un equipo que constituirá su relevo inmediato y donde Venezuela
se presentó con los engranajes a punto. Además, de ese evento salieron cuatro
equipos para el Pre-Mundial del 2012 y por lo menos, dos de ellos serán rivales
nuestros en esa competición.
Lamentablemente el baloncesto es dinámico y nosotros
sufrimos de hacer altos muy profundos en nuestro andar. La rueda no se detiene,
gira, gira. Es de esperar que en el partido entre venezolanos y surcoreanos en
el Parque Naciones Unidas de Caracas (Jun.30.2012) este presente buena parte de
nuestro “cuerpo técnico”. Pero las noticias corren como pólvora encendida,
Flanagan’s Pub, Zuka Bar, Loading, Asafran, City Day, El Mani es Así y El Serao
han sido asaltados por clientes dominicanos en busca de diversiones infinitas.
Nuestro entrenador no es tal, es sólo el entrenador
que hace negocios con SouthGate. Después, cuando se canse, se aburra o como
declaró que no estará en los banquillos después de cumplir 62 años de edad (los
que para él están al doblar de la esquina), será un simple recuerdo. Quizás
cuando se le pregunte por República Dominicana contestará con un sonoro ¡what!
Las excusas que se dan, no son tales. Calipari está
más pendiente de sus vainas, óigase bien, ¡vainas!, que de atender sus
responsabilidad frente a los dominicanos. Nuestros comunicadores no son tales o
realmente no conocen de lo que hablan. Para los que dicen que tiene compromisos
con la formación del conjunto de Kentucky de frente a la campaña 2012-13, les
responderé que la NCAA
cerró los fichajes de jugadores provenientes de la escuela secundaria alrededor
del 15 de mayo.
Mientras la Federación Dominicana
de Baloncesto (FEDOMBAL) no tenga un verdadero programa para el manejo integro
del baloncesto dominicano nos mantendremos apelando a las plegarias, al ser de
nuestras creencias. Para algunos será Dios, pero en el mismo cristianismo hay
sus versiones; después, medio mundo tiene otras deidades.
La selección de baloncesto se maneja con una mezcla del
neoliberalismo más puro (presupuestos ajustados frente a la FEDOMBAL, privilegios
para ciertos jugadores y patrocinadores, control de cualquier expresión
sindical por parte de los propios atletas) con el asistencialismo clientelar por
medio del manejo de la prensa radial, escrita y televisada. Es también el culto
a la personalidad de Eduardo Najri, quien de la nada saltó a ser el más
conocedor del deporte. Y ahora la promoción religiosa, el catolicismo más
tradicional, con invocaciones permanentes a Jesucristo y a la Virgen María (de aquí
en adelante todos los triunfos serán atribuidos a Dios). Es también y, sobre
todo, los manejos administrativos mantenidos en el más absoluto resguardo, lo
que abre la puerta a muchas suspicacias.
Me
despido repitiendo las habituales palabras del periodista dominicano residente
en Nueva York, Rafael Calderón al termino de sus artículos: “por hoy, me voy.
Que Dios le llene de bendiciones y se apiade de la República Dominicana”.
Agregaría también de la selección dominicana de baloncesto.