lunes, 22 de octubre de 2012


Una visita que prestigia

Hay momentos que no se borraran jamás de nuestras retinas. Situaciones que se producen sin esperarlas y que nos acompañaran por siempre. Sin buscarlo, sin quererlo, así de sopetón, me encontré de frente, en mi propio país con el entrenador George Raveling, un conferencista de fama mundial, una de las figuras más influyentes del baloncesto en todo el globo terráqueo y por demás, director de mercadeo global para asuntos de baloncesto de la firma Nike.

El coach Raveling salía de las oficinas de Rafael Uribe, presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL), con una amplia comitiva, que incluía también a Eduardo Najri, actual gerente general de la selección nacional absoluta en la rama masculina. Desde hace meses que comentaba por debajo que existía la posibilidad de que FEDOMBAL, SouthGate (arrendataria del equipo nacional) y Nike firmaran un acuerdo de conveniencias.

Desde hace años, directa o indirectamente, Nike ha estado cerca del baloncesto dominicano, pero hasta ahora no había existido una coincidencia tan relevante. La visita de Raveling revela que hay pasos para concretar un entendimiento para beneficio de todos. Cabe resaltar, que dentro de nuestro modesto mercado, es la marca comercial preferida por las mayorías, sin que jamás haya tenido una presencia de primer orden en aspectos de promoción y mercadeo.

El fenómeno Nike se propagó en República Dominicana de boca en boca, como reguero de pólvora, y terminó posicionándose para nunca más abandonarnos.

Nuestro visitante cuanta ya con 75 años de edad (Jun.27.1937), pero aún desarrolla una incesante actividad. Se retiró temprano de las canchas, por asuntos de salud, pero continúa cerca de la actividad, además de sus funciones en la marca de vestimenta deportiva, como un conferencista de primer nivel, un motivador nato.

Aceptó el puesto de entrenador jefe de Washington State University en 1972 y allí estuvo hasta 1983, dejando una marca de 167-136, en la resbaladiza Pac-10 Conference, donde intervienen equipos tan sonoros como la legendaria UCLA, Arizona, Arizona State, Oregon y otras. Formó figuras de la talla de James Donaldson, Craig Ehlo y Steve Harriel. En 1983 tomó el relevo de Lute Olsen en la Universidad de Iowa, llevó a los Hawkeyes a dos campañas consecutivas de 20 o más victorias y produjo nombres como B.J. Armstrong, Ed Horton y Ray Marble.

En el entretanto, fue asistente de Bobby Knight en los Juegos Panamericanos de 1979 efectuados en San Juan, Puerto Rico, y en los Juegos Olímpicos de 1984 celebrados en Los Angeles, California.

En 1986 acepta la posición de entrenador en la Universidad del Sur de California, de regreso a la Pac-10, donde compiló marca de 106-105, estando hasta 1994. USC es, de paso, el alma Mater del vallista dominicano y doble campeón dorado olímpico Félix Sánchez.

La visita de Raveling al país, que esperamos no sea la única, podría convertir en realidad muchas de las expectativas que hoy tiene el baloncesto dominicano con su selección absoluta. Además, nos brindaría un pie de amigo considerable.

Con Nike en particular tuve dos acercamientos interesantes, casi felices en mi época de gerente general de la selección dominicana, en un ya lejano 1997. La filial argentina de la firma nos propuso una serie de partidos de exhibición en la tierra de los gauchos, 5 para ser exactos, 15 días de concentración en las facilidades de una de las principales estructuras deportivas de allí, toda la vestimenta requerida, más emolumentos. No se concretó por celos de los directivos de esa época.

En el ínterin transcurrido entre nuestra presencia en Tegucigalpa (Honduras) y Montevideo (Uruguay), Centro-Basket a Pre-Mundial, tuve un acercamiento con el propio Raveling, quien me remitió el pliego de condiciones que en ese entonces disponía Nike con sus equipos patrocinantes. Creo recordar que la primera de esas facilidades era trabajar con un año de anticipación. El tiempo jugaba en nuestra contra.

Confiamos en que en los actuales momentos se pueda arribar a acuerdos satisfactorios para las partes y poder concretar algunas aspiraciones. SouthGate podría contar con el mejor de sus aliados en una figura que ha alcanzado la distinción y el respeto de todo el mundo.

Nunca hemos estado desprovistos de buenos patrocinadores, casi siempre ese apoyo ha venido de empresas locales, el soporte de una marca como Nike nos brindaría una continuidad necesaria y nos crearía una responsabilidad colectiva. Se despejarían algunos dilemas en el arranque de nuestras concentraciones y podríamos soñar con un trabajo colectivo a largo plazo.

jueves, 13 de septiembre de 2012


El Poder Inmoral

El Metro de Santo Domingo es la obra cumbre de la administración de Leonel Fernández Reyna en su consabido empeño de convertirnos en un Nueva York chiquito. Todos los esfuerzos se escatimaron para llevar a término la misma y en cuatro años construyó la primera línea, desde Villa Mella hasta el Centro de los Héroes, 14 kilómetros, casi todos soterrados, a un costo que nunca se sabrá.

Cuando todos pensábamos que habría un respiro para la economía doméstica, arrancó con la segunda línea, originalmente trazada para ir desde Los Alcarrizos hasta el municipio de San Luis, pero reducida más de la mitad, desde el kilómetro 9 de la autopista Duarte hasta la margen occidental del río Ozama. Esta segunda etapa no se pudo terminar pese a todas sus reformas fiscales, los interminables préstamos internacionales y los presupuestos adicionales fruto de la falta de gerencia adecuada.

Nuestros gobernantes han ejercido el poder con más evocaciones infantiles que con la razón y previsiones. Leonel Fernández Reyna no escapó a esta seducción pueril.

El gobierno de Danilo Medina Sánchez no tiene un mes de instaurado. Aún no termina de nombrar a todos los funcionarios de la administración pública, ha reiterado a muchos en sus cargos. Por aquello de pertenecer al mismo partido de Fernández Reyna se supone hay una continuación “de lo que estaba bien”. Pero la población espera que amoneste y corrija lo que no estaba marchando por la senda correcta mientras la cotidianidad agobia a la mayoría de los dominicanos.

Subir al Metro de Santo Domingo hoy no tiene mucho de diferente a lo que era 30 días atrás. El único contraste es que las mudas pantallas de los vagones han substituido el video donde se exhibían las joyas naturales del país matizadas por las notas de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) bajo la dirección de José Antonio Molina, por otro donde se muestra paso a paso la construcción y colocación de los carricoches con manifiesta inclinación a la propaganda oficialista y al presidente de Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Fernández Reyna.

A ninguna de las manifestaciones se le ha colocado sonido, nadie jamás pudo apreciar las melodías de nuestra primera institución musical, como tampoco las explicaciones que deberían adornar la alzadura e instalación de los carromatos. Lo que si se aprecia son las claras alusiones al ex Presidente de la República y a su trillada frase: e’ pa’ lante que vamos.

Triste espectáculo, porque Medina Sánchez apenas ha calentado la silla de alfileres y ya, desde su propia parcela se le ha puesto el agua a hervir. La llama la han encendido sus propios compañeros, en este caso en particular, los ingenieros Diandino Peña y Leonel Carrasco, principales figuras de la Oficina para el Reordenamiento del Transito Terrestre (OPRET), responsables del Metro de Santo Domingo, coincidencialmente salidos de la barriada de Villa Juana.

La medida de permitir que muchos de los funcionarios de la pasada administración permanecieran en sus cargos puede terminar convertida en una trampa de enormes proporciones. Fernández Reyna no ocultó sus aspiraciones de mantenerse en el poder a toda costa; y sin Medina Sánchez haber llegado ya estaba en plena campaña proselitista para el año 2016.

“Un animal político”, lo llaman algunos. “El mejor activo político del país”, lo tildan otros. Desde la oposición partidista se dice muy poco. La comentarista Altagracia Salazar lo señaló como “perverso”. En su largo periplo presidencial Fernández Reyna se transformó en un animal extraño y agresivo; sembró el miedo entre los dirigentes de su partido, se rodeó de una amplísima seguridad y cual onda expansiva se valió de cualquier argucia para desinflar a los opositores, Miguel Vargas Maldonado, incluido.

Ante las pequeñas evidencias, Medina Sánchez tiene que empezar a trabajar a fondo, soltar las amarras que lo atan a Fernández Reyna y a su tinglado formado a base de dinero; tiene que andarse sin miramientos a la hora de señalar la difícil situación económica que heredó, pues se nos mintió cada día al repetírsenos que vivíamos en el paraíso americano. Crecimiento desbordado, mejoría acelerada en el Producto Interno Bruto (PIB), el Chile del Caribe, la versión más acabada de los tigres asiáticos.

Sus propios nombramientos lo han colocado en una situación de peligro. Quizás aún no se haya dado cuenta, pero el gobierno es del pueblo dominicano, las posiciones son prestadas y los hombres pasan. No es verdad que el PLD de ahora es más fuerte que el Partido Reformista de 1972 y se roba y se mata más que entonces.

El Presidente de la República se debe al país y no a un Comité Político al que ya Fernández Reyna se encargó de envilecer. La historia reciente se borra cada día, y aquí nadie recuerda lo que hizo Juan Bosch con los primeros funcionarios electos del PLD, cuando aún era un partido de minúsculas proporciones: expulsados por corruptos.

Medina Sánchez señaló que se había preparado para ser Presidente de la República, pero sus ejecutorias después de un dilatado “periodo de transición” muestran un hombre que, hasta el momento, nada en las mismas aguas.

Fernández Reyna ha estado en muy bajo perfil desde el 16 de agosto, sus apariciones públicas han sido menos que sus salidas al exterior, invitado a conferencias. Sus acólitos siguen repitiendo que es el ser más preparado sobre la faz de la tierra, un Dios sobre sus conciudadanos, demasiado para un hombre que nunca ha querido rendirle cuentas a nadie y que ha creído que puede llevar sus caprichos hasta más allá de lo humanamente posible.

Quizás la línea entre Fernández Reyna y un casi olvidado Abdalá Bucaram, aquel incapaz mental que fue Presidente de Ecuador, echado del poder en febrero de 1997 por la desmesura de sus excentricidades, no resulte muy amplia. El nuestro nos regaló un país virtual, nunca ofreció respuesta a los reclamos populares, aprendimos como nunca antes que el Estado Dominicano se quedó con el esfuerzo de los que trabajan cada día, negó la posibilidad de un compromiso digno a las mayorías, de una vivienda sobria, pero a base de sinecuras agotó a toda una nación.

Fernández Reyna no es diferente a esa nueva tropa de líderes reformistas esparcidos por todo el continente americano. Pretende hacerse valido mediante los ideales revolucionarios de los setenta cuya identidad pretende representar bajo los parámetros de enseñanza de Bosch, nacidos como reacción a la deuda social y al debilitamiento democrático, exhibiendo una reducida capacidad de transformación con un apego casi despótico al poder, debido seguramente a sus debilidades ideológicas. Como el nicaragüense Daniel Ortega, es capaz de pactar contra su propia historia con los sectores más reaccionarios del país y del fundamentalismo católico.

Sin resolver uno solo de los angustiantes problemas nacionales creó una nueva clase económica, donde se incluía a todos miembros del Comité Político del partido de gobierno y sus más cercanos amigos, mientras se ocupaba de desvertebrar al comercio y la industria de factura local. Con una lógica usuraria buscó acumular cuantiosos bienes económicos para sí y un reducido grupo de asociados y testaferros, utilizando para ello todos los recursos de un poder político ejercido de modo arbitrario, imperioso y absoluto.

Mientras el ciclo de expansión económica acababa y las necesidades aumentaban se dio el lujo de señalar que la economía nacional estaba “blindada”, multiplicando de inmediato su retórica beligerante para intentar disimular una realidad ya evidente.

Como Alberto Fujimori en Perú, creo un sistema casi mafioso de acumulación de poder, pero en lugar de un Vladimiro Montesinos utilizó varios frentes para sus propósitos. Adoptó como su hijo político a Félix Bautista Rosario y después sus funcionarios se encargaron del resto. De su estrecha casta militar nada se dice sobre su responsabilidad frente a la nación. Todo el mundo se hace de la vista gorda ante los hombres de uniforme.

Este régimen corrompió todos los niveles del Estado y de la sociedad, amordazó a medios de comunicación, acalló criticas e infundió miedo con un aparato de inteligencia con el único fin de perpetuarse en el poder para servirse de el. Colocó a Marino Vinicio Castillo, a quien todos conocen como Vincho, un hombre siempre dispuesto a destilar veneno, como guardián de la moralidad y la ética nacional, amen de sus cargos relacionados a la lucha contra el narcotráfico. Por si alguna duda queda, nombró a Raquel Jacobo como cónsul dominicano en la ciudad canadiense de Montreal apenas regresó a la presidencia en el 2004. La Jacobo es la esposa de Frank Cabral Calcaño, señalado históricamente como uno de los hombres con más capacidad para pinchar teléfonos con que cuenta el país.

Pensó que con este aceitado funcionamiento, el maquillaje permanente a la inflación, la inconciencia a la hora de firmar prestamos internacionales, sus compras desmesuradas en el exterior, la penetración comercial del Brasil de estos tiempos donde sus funcionarios son juzgados por corrupción, la toma casi al pie de la letra de todos los dictados de los organismos financieros internacionales en materia económica, las entradas adicionales de dinero fresco provenientes de las ventas de Brugal & Compañía, la Compañía Dominicana de Teléfonos y la Cervecería Nacional Dominicana, sería suficiente para jamás abandonar el poder y aspirar eternamente.

No resultó así, guardó las formas constitucionalmente, pero orgánicamente se apoderó de todo aparato de fuerza. Cámara de Senadores, Cámara de Diputados, Suprema Corte de Justicia, Tribunal Constitucional, Tribunal Superior Electoral, Junta Central Electoral. Anudó todas las instancias para que el camino de Medina Sánchez fuera tortuoso y colocó a su esposa, Margarita María Cedeño Lizardo de Fernández como segunda en la boleta del PLD.

Fernández Reyna sigue apostando a la hasta ahora poca manifiesta capacidad de reacción de la sociedad dominicana, que se va cohesionando en pequeños movimientos ante la falta de verdaderos partidos políticos, y a su creencia de que es un líder de la comunidad internacional y sus acciones son aplaudidas por todo el globo terráqueo.

En vez de dar un paso al costado sigue manipulando desde las sombras. El Listín Diario, triste sombra de un pasado glorioso, reseñó que ahora recibía a más dominicanos que nunca, en sus oficinas de la Fundación Global de Economía y Desarrollo (FUNGLODE). Sus hombres de confianza parecen haberse esfumado: Félix Bautista Rosario, Víctor Díaz Rua, Luis Manuel Bonetti, Salvador –Chio- Jiménez, Manuel de Jesús –Freddy- Pérez, Abel Rodríguez Del Orbe, Rafael Núñez, Melanio Paredes, Franklin Almeida Rancier, Ramón Antonio Aquino García y Héctor Belisario Medina y Medina, entre otros.

Fernández Reyna se siente seguro al pensar que jamás nadie ira por su cabeza, que tiene la fortaleza para bloquear cualquier aspiración popular de un juicio condenatorio, mucho más considerando en su fuero interno que la parte de la sociedad que se sintió estafada y traicionada durante su gestión es insignificante. Aquí hay pruebas de todo pelaje que explican algún extenso silencio de los protagonistas y hasta ciertos acercamientos, pero el responsable de llevar la moralidad es el mismo Vincho Castillo. Una decisión para la risa.

Nadie duda que Fernández Reyna está en campaña para el 2016; se piensa ya políticamente inmortal, pero sus hechos evidenciaron que todo a su alrededor ha sido una mentira. El prurito democrático o la verdad no es cuestión central en casi ninguno de estos jugadores o sus rivales. Vivimos en una nación donde la corrupción no cedió nunca.

Cada día tendrán que confirmarse las evidencias del desastre que significó Fernández Reyna al frente de una nación necesitada de una cabeza que fuera más allá de sus excentricidades, de sus locuras, de sus trastornos. De ello dependerá en buena medida el transito de Medina Sánchez por la Presidencia de la República.

miércoles, 4 de julio de 2012


Teléfono directo al cielo: historias de plegarias, ausencias, fortalezas, debilidades…

Las exclusiones nunca han sido efectivas, hay un refrán dominicano que reza: “cualquier bejuquito amarra, cualquier soguita hace un nú y cualquier sastre del campo ai dei pueblo le hace un flú”. El país recuerda aquella frase sin sentido, nefasta, casi profética y sin sentido de Franklin Almeyda Rancier, ex rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, ex secretario de Interior y Policía, ex casi de todo, quien disparó: “los dominicanos se dividen en dos, peledeístas y corruptos”.

Los peledeístas que son los miembros del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), han estado ejerciendo el poder en tres periodos constitucionales en los últimos 16 años: 1996-2000, 2004-08, 2008,12, siempre con Leonel Fernández Reyna. A partir del 16 de agosto tendrán una nueva gestión de 4 años, esta vez con Danilo Medina Sánchez. Tristemente, los mandatos de Fernández Reyna no han estado exentos de escándalos sobre indelicadezas administrativas.

Este preámbulo es para volcarnos sobre una nueva exclusión. La selección nacional de baloncesto está desde el pasado lunes en territorio venezolano (Jun.25.2012). Jugó tres partidos de exhibición en la ciudad de Puerto La Cruz, salió bien parada pero hubo también sus sorpresas. Quien quiso ver fortalezas y debilidades lo logró. Quien aspiró a ver a Orlando Antigua recibiendo órdenes por un teléfono inteligente, en medio de un encuentro, alcanzó a darse cuenta de que no cubrimos nuestras deficiencias.

Desde ese terruño que también baña el mar Caribe, Leo López, gerente general de los Leones de Santo Domingo, comentarista deportivo y empleado de SouthGate, arrendataria del equipo, escribió utilizando las mismas redes sociales: “a todos los dominicanos de buen corazón, que por favor, se unan en oración para que las lesiones no nos afecten en esta etapa de preparación para el repechaje”.

Una declaración de esta magnitud abre infinitas interrogantes sobre la conformación del grupo. Infinitas, fíjese que repito. Todo el mundo observó en Puerto Rico que no contábamos con las herramientas para decir que presentábamos una escuadra bien cimentada; se notó como se maneja el entramado del grupo que hormiguea y titila alrededor de Eduardo Najri. La medalla de oro alcanzada no justifica errores a esas alturas, sabiendo que se utilizó Centro-Basket como puesta a punto del quinteto.

Para Caracas se incluyó a Edgar Sosa y Ronald Ramón, sabiendo todos que no están al 100 por ciento de su recuperación. Ricky Soliver se ha mantenido como seguro de vida. Se cortó de plano a esa infeliz inclusión de Amaurys Fermín, quien pasó sin pena mi gloria. Sosa fue separado antes de Puerto Rico porque estaba a “un 60 por ciento de lo esperado” y en apenas 15 días se recupera plenamente de su lesión en la tibia y el peroné. ¡Ojala San Ramón lo saque a todos con bien!

Tenemos la memoria muy corta o la lengua muy larga.

Mientras elevaba sus plegarias, el entrenador John Calipari se separaba del conjunto para estar presente en el sorteo de novatos de la NBA (Asociación Nacional de Baloncesto, por sus siglas en inglés), dejándonos una muestra repetida de la fortaleza y compromiso con República Dominicana. Por supuesto, la avalancha de fotografías desde la ciudad de Nueva York junto a Anthony Davis, Michael Kidd-Gilchrist, Terence Jones y Marquis Teague, seleccionados en primera ronda, fue abrumadora. Esas luces, esos flashes, ese glamour no lo iba a vivir con los dominicanos.

La pregunta que me gustaría me fuese contestada es qué entiende López por dominicanos de buen corazón. Un buen corazón pasa por un músculo en buen estado físico, con su sístole y su diástole al ritmo esperado, sin engrosamiento en las paredes y recibiendo sangre con la fluidez requerida. Así, para hacerlo lo más sencillo y entendido posible. La sístole es la contracción y la diástole es la expansión en el movimiento cardiaco (Faisal Abel Hasbun, Colegio Dominicano De La Salle, año 1972-73, tercero de bachiller, anatomía).

Existen, por supuesto, otras connotaciones para explicar que es un buen corazón. Razones médicas y filosóficas más allá de un órgano libre de egoísmos, envidias, recelos, mediocridades, hipocresías. Quizás pase también esta connotación por estar apartado de aquellos grandes pecados que arropan todo el mundo, como la avaricia, la vanagloria, la gula, el egoísmo, la sordidez, la mezquindad, la concupiscencia, la ambición, la jactancia, el engreimiento, la vanidad, la petulancia, la pretensión, la arrogancia, la voracidad, la codicia, la impertinencia, la insolencia.

En los momentos que corren entender un buen corazón pasaría por definir a todo aquel que tenga a mi lado dispuesto a morder, rasgar, golpear, disparar, abusar, sin preguntar, sin tener el mínimo criterio, sólo obedeciendo la mano que agrieta la nomina de pago. Podría ser aquel fanático que sigue a pie juntillas todo lo que se le bombardea mediáticamente; la imposición periodística alcanza ribetes impresionantes en esta parte de la isla de Santo Domingo. Hoy son pocos los periodistas dominicanos que pueden señalarse como impolutos.

Al dominicano hay que brindarle la oportunidad para que reciba otros instrumentos, para que aprenda a discernir, a pensar, a lograr conocimientos más allá de todos aquellos adornos superficiales que son trampas simples para ocultar la realidad. Más que El Chavo del Ocho o el Chapulín Colorado, más que Frederick Martínez (El Pachá), Domingo Bautista, Georgina Duluc, Carolyn Aquino, Venya Carolina, Luis Manuel Aguiló, Michael Miguel, más que las telenovelas de medio pelo, más que Euri Cabral y Martínez Pozo hablando pendejadas en la radio. Más de las 14 librerías que quedan en una ciudad de 3 millones de habitantes. Más que un Cesar Medina, embajador en España, con residencia permanente en Santo Domingo hablando mierda por televisión y escribiendo con al misma fetidez en el Listín Diario.

En el baloncesto de hoy hay que leer más allá de una simple casilla de anotación.

Mientras estas lamentaciones no dejan de sorprenderme y son pruebas inalienables de que no se tuvieron las necesarias previsiones, rusos y lituanos jugaban en el auditorio Guy Lewis de la Universidad de Houston (allí donde se pretendió reclutar a Tito Horford, hace ya muchos años, egresaron jugadores como Hakeem Olajuwon, Clyde Drexler, Otis Byrdsong; y con quien Alejandro Tejeda, en sus años con el Club Deportivo Naco trató de establecer un acuerdo de trabajo) donde ambas delegaciones están concentradas.

Los rusos serán rivales directos en la cita mundialista de Caracas. Por última vez mencionaré que ambos equipos pretendieron establecer sus campamentos en nuestro país, pero las hipocresías impidieron la realización de lo que hubiera resultado en una experiencia de ensueño para República Dominicana. Hubiera sido más provechoso para el baloncesto dominicano establecer convenios de colaboración con estas dos potencias del mundillo del baloncesto que no repetir la eterna felación que John Calipari y sus secuaces pretenden hacer con el pueblo dominicano.

En las tribunas de Houston no había un alma relacionada con el equipo dominicano, observando a sus posibles rivales. Lo mismo pasó en el Sudamericano del Chaco finalizado la semana pasada (Jun.23.2012) donde ganó Argentina con un equipo que constituirá su relevo inmediato y donde Venezuela se presentó con los engranajes a punto. Además, de ese evento salieron cuatro equipos para el Pre-Mundial del 2012 y por lo menos, dos de ellos serán rivales nuestros en esa competición.

Lamentablemente el baloncesto es dinámico y nosotros sufrimos de hacer altos muy profundos en nuestro andar. La rueda no se detiene, gira, gira. Es de esperar que en el partido entre venezolanos y surcoreanos en el Parque Naciones Unidas de Caracas (Jun.30.2012) este presente buena parte de nuestro “cuerpo técnico”. Pero las noticias corren como pólvora encendida, Flanagan’s Pub, Zuka Bar, Loading, Asafran, City Day, El Mani es Así y El Serao han sido asaltados por clientes dominicanos en busca de diversiones infinitas.

Nuestro entrenador no es tal, es sólo el entrenador que hace negocios con SouthGate. Después, cuando se canse, se aburra o como declaró que no estará en los banquillos después de cumplir 62 años de edad (los que para él están al doblar de la esquina), será un simple recuerdo. Quizás cuando se le pregunte por República Dominicana contestará con un sonoro ¡what!

Las excusas que se dan, no son tales. Calipari está más pendiente de sus vainas, óigase bien, ¡vainas!, que de atender sus responsabilidad frente a los dominicanos. Nuestros comunicadores no son tales o realmente no conocen de lo que hablan. Para los que dicen que tiene compromisos con la formación del conjunto de Kentucky de frente a la campaña 2012-13, les responderé que la NCAA cerró los fichajes de jugadores provenientes de la escuela secundaria alrededor del 15 de mayo.

Mientras la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) no tenga un verdadero programa para el manejo integro del baloncesto dominicano nos mantendremos apelando a las plegarias, al ser de nuestras creencias. Para algunos será Dios, pero en el mismo cristianismo hay sus versiones; después, medio mundo tiene otras deidades.

La selección de baloncesto se maneja con una mezcla del neoliberalismo más puro (presupuestos ajustados frente a la FEDOMBAL, privilegios para ciertos jugadores y patrocinadores, control de cualquier expresión sindical por parte de los propios atletas) con el asistencialismo clientelar por medio del manejo de la prensa radial, escrita y televisada. Es también el culto a la personalidad de Eduardo Najri, quien de la nada saltó a ser el más conocedor del deporte. Y ahora la promoción religiosa, el catolicismo más tradicional, con invocaciones permanentes a Jesucristo y a la Virgen María (de aquí en adelante todos los triunfos serán atribuidos a Dios). Es también y, sobre todo, los manejos administrativos mantenidos en el más absoluto resguardo, lo que abre la puerta a muchas suspicacias.

Me despido repitiendo las habituales palabras del periodista dominicano residente en Nueva York, Rafael Calderón al termino de sus artículos: “por hoy, me voy. Que Dios le llene de bendiciones y se apiade de la República Dominicana”. Agregaría también de la selección dominicana de baloncesto.