miércoles, 4 de julio de 2012


Teléfono directo al cielo: historias de plegarias, ausencias, fortalezas, debilidades…

Las exclusiones nunca han sido efectivas, hay un refrán dominicano que reza: “cualquier bejuquito amarra, cualquier soguita hace un nú y cualquier sastre del campo ai dei pueblo le hace un flú”. El país recuerda aquella frase sin sentido, nefasta, casi profética y sin sentido de Franklin Almeyda Rancier, ex rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, ex secretario de Interior y Policía, ex casi de todo, quien disparó: “los dominicanos se dividen en dos, peledeístas y corruptos”.

Los peledeístas que son los miembros del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), han estado ejerciendo el poder en tres periodos constitucionales en los últimos 16 años: 1996-2000, 2004-08, 2008,12, siempre con Leonel Fernández Reyna. A partir del 16 de agosto tendrán una nueva gestión de 4 años, esta vez con Danilo Medina Sánchez. Tristemente, los mandatos de Fernández Reyna no han estado exentos de escándalos sobre indelicadezas administrativas.

Este preámbulo es para volcarnos sobre una nueva exclusión. La selección nacional de baloncesto está desde el pasado lunes en territorio venezolano (Jun.25.2012). Jugó tres partidos de exhibición en la ciudad de Puerto La Cruz, salió bien parada pero hubo también sus sorpresas. Quien quiso ver fortalezas y debilidades lo logró. Quien aspiró a ver a Orlando Antigua recibiendo órdenes por un teléfono inteligente, en medio de un encuentro, alcanzó a darse cuenta de que no cubrimos nuestras deficiencias.

Desde ese terruño que también baña el mar Caribe, Leo López, gerente general de los Leones de Santo Domingo, comentarista deportivo y empleado de SouthGate, arrendataria del equipo, escribió utilizando las mismas redes sociales: “a todos los dominicanos de buen corazón, que por favor, se unan en oración para que las lesiones no nos afecten en esta etapa de preparación para el repechaje”.

Una declaración de esta magnitud abre infinitas interrogantes sobre la conformación del grupo. Infinitas, fíjese que repito. Todo el mundo observó en Puerto Rico que no contábamos con las herramientas para decir que presentábamos una escuadra bien cimentada; se notó como se maneja el entramado del grupo que hormiguea y titila alrededor de Eduardo Najri. La medalla de oro alcanzada no justifica errores a esas alturas, sabiendo que se utilizó Centro-Basket como puesta a punto del quinteto.

Para Caracas se incluyó a Edgar Sosa y Ronald Ramón, sabiendo todos que no están al 100 por ciento de su recuperación. Ricky Soliver se ha mantenido como seguro de vida. Se cortó de plano a esa infeliz inclusión de Amaurys Fermín, quien pasó sin pena mi gloria. Sosa fue separado antes de Puerto Rico porque estaba a “un 60 por ciento de lo esperado” y en apenas 15 días se recupera plenamente de su lesión en la tibia y el peroné. ¡Ojala San Ramón lo saque a todos con bien!

Tenemos la memoria muy corta o la lengua muy larga.

Mientras elevaba sus plegarias, el entrenador John Calipari se separaba del conjunto para estar presente en el sorteo de novatos de la NBA (Asociación Nacional de Baloncesto, por sus siglas en inglés), dejándonos una muestra repetida de la fortaleza y compromiso con República Dominicana. Por supuesto, la avalancha de fotografías desde la ciudad de Nueva York junto a Anthony Davis, Michael Kidd-Gilchrist, Terence Jones y Marquis Teague, seleccionados en primera ronda, fue abrumadora. Esas luces, esos flashes, ese glamour no lo iba a vivir con los dominicanos.

La pregunta que me gustaría me fuese contestada es qué entiende López por dominicanos de buen corazón. Un buen corazón pasa por un músculo en buen estado físico, con su sístole y su diástole al ritmo esperado, sin engrosamiento en las paredes y recibiendo sangre con la fluidez requerida. Así, para hacerlo lo más sencillo y entendido posible. La sístole es la contracción y la diástole es la expansión en el movimiento cardiaco (Faisal Abel Hasbun, Colegio Dominicano De La Salle, año 1972-73, tercero de bachiller, anatomía).

Existen, por supuesto, otras connotaciones para explicar que es un buen corazón. Razones médicas y filosóficas más allá de un órgano libre de egoísmos, envidias, recelos, mediocridades, hipocresías. Quizás pase también esta connotación por estar apartado de aquellos grandes pecados que arropan todo el mundo, como la avaricia, la vanagloria, la gula, el egoísmo, la sordidez, la mezquindad, la concupiscencia, la ambición, la jactancia, el engreimiento, la vanidad, la petulancia, la pretensión, la arrogancia, la voracidad, la codicia, la impertinencia, la insolencia.

En los momentos que corren entender un buen corazón pasaría por definir a todo aquel que tenga a mi lado dispuesto a morder, rasgar, golpear, disparar, abusar, sin preguntar, sin tener el mínimo criterio, sólo obedeciendo la mano que agrieta la nomina de pago. Podría ser aquel fanático que sigue a pie juntillas todo lo que se le bombardea mediáticamente; la imposición periodística alcanza ribetes impresionantes en esta parte de la isla de Santo Domingo. Hoy son pocos los periodistas dominicanos que pueden señalarse como impolutos.

Al dominicano hay que brindarle la oportunidad para que reciba otros instrumentos, para que aprenda a discernir, a pensar, a lograr conocimientos más allá de todos aquellos adornos superficiales que son trampas simples para ocultar la realidad. Más que El Chavo del Ocho o el Chapulín Colorado, más que Frederick Martínez (El Pachá), Domingo Bautista, Georgina Duluc, Carolyn Aquino, Venya Carolina, Luis Manuel Aguiló, Michael Miguel, más que las telenovelas de medio pelo, más que Euri Cabral y Martínez Pozo hablando pendejadas en la radio. Más de las 14 librerías que quedan en una ciudad de 3 millones de habitantes. Más que un Cesar Medina, embajador en España, con residencia permanente en Santo Domingo hablando mierda por televisión y escribiendo con al misma fetidez en el Listín Diario.

En el baloncesto de hoy hay que leer más allá de una simple casilla de anotación.

Mientras estas lamentaciones no dejan de sorprenderme y son pruebas inalienables de que no se tuvieron las necesarias previsiones, rusos y lituanos jugaban en el auditorio Guy Lewis de la Universidad de Houston (allí donde se pretendió reclutar a Tito Horford, hace ya muchos años, egresaron jugadores como Hakeem Olajuwon, Clyde Drexler, Otis Byrdsong; y con quien Alejandro Tejeda, en sus años con el Club Deportivo Naco trató de establecer un acuerdo de trabajo) donde ambas delegaciones están concentradas.

Los rusos serán rivales directos en la cita mundialista de Caracas. Por última vez mencionaré que ambos equipos pretendieron establecer sus campamentos en nuestro país, pero las hipocresías impidieron la realización de lo que hubiera resultado en una experiencia de ensueño para República Dominicana. Hubiera sido más provechoso para el baloncesto dominicano establecer convenios de colaboración con estas dos potencias del mundillo del baloncesto que no repetir la eterna felación que John Calipari y sus secuaces pretenden hacer con el pueblo dominicano.

En las tribunas de Houston no había un alma relacionada con el equipo dominicano, observando a sus posibles rivales. Lo mismo pasó en el Sudamericano del Chaco finalizado la semana pasada (Jun.23.2012) donde ganó Argentina con un equipo que constituirá su relevo inmediato y donde Venezuela se presentó con los engranajes a punto. Además, de ese evento salieron cuatro equipos para el Pre-Mundial del 2012 y por lo menos, dos de ellos serán rivales nuestros en esa competición.

Lamentablemente el baloncesto es dinámico y nosotros sufrimos de hacer altos muy profundos en nuestro andar. La rueda no se detiene, gira, gira. Es de esperar que en el partido entre venezolanos y surcoreanos en el Parque Naciones Unidas de Caracas (Jun.30.2012) este presente buena parte de nuestro “cuerpo técnico”. Pero las noticias corren como pólvora encendida, Flanagan’s Pub, Zuka Bar, Loading, Asafran, City Day, El Mani es Así y El Serao han sido asaltados por clientes dominicanos en busca de diversiones infinitas.

Nuestro entrenador no es tal, es sólo el entrenador que hace negocios con SouthGate. Después, cuando se canse, se aburra o como declaró que no estará en los banquillos después de cumplir 62 años de edad (los que para él están al doblar de la esquina), será un simple recuerdo. Quizás cuando se le pregunte por República Dominicana contestará con un sonoro ¡what!

Las excusas que se dan, no son tales. Calipari está más pendiente de sus vainas, óigase bien, ¡vainas!, que de atender sus responsabilidad frente a los dominicanos. Nuestros comunicadores no son tales o realmente no conocen de lo que hablan. Para los que dicen que tiene compromisos con la formación del conjunto de Kentucky de frente a la campaña 2012-13, les responderé que la NCAA cerró los fichajes de jugadores provenientes de la escuela secundaria alrededor del 15 de mayo.

Mientras la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) no tenga un verdadero programa para el manejo integro del baloncesto dominicano nos mantendremos apelando a las plegarias, al ser de nuestras creencias. Para algunos será Dios, pero en el mismo cristianismo hay sus versiones; después, medio mundo tiene otras deidades.

La selección de baloncesto se maneja con una mezcla del neoliberalismo más puro (presupuestos ajustados frente a la FEDOMBAL, privilegios para ciertos jugadores y patrocinadores, control de cualquier expresión sindical por parte de los propios atletas) con el asistencialismo clientelar por medio del manejo de la prensa radial, escrita y televisada. Es también el culto a la personalidad de Eduardo Najri, quien de la nada saltó a ser el más conocedor del deporte. Y ahora la promoción religiosa, el catolicismo más tradicional, con invocaciones permanentes a Jesucristo y a la Virgen María (de aquí en adelante todos los triunfos serán atribuidos a Dios). Es también y, sobre todo, los manejos administrativos mantenidos en el más absoluto resguardo, lo que abre la puerta a muchas suspicacias.

Me despido repitiendo las habituales palabras del periodista dominicano residente en Nueva York, Rafael Calderón al termino de sus artículos: “por hoy, me voy. Que Dios le llene de bendiciones y se apiade de la República Dominicana”. Agregaría también de la selección dominicana de baloncesto.